El Blue Monday, el día más triste del año
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Hasta conocíamos la existencia del ‘Black Friday’ y el ‘Ciber Monday’, dos jornadas que servían para estimular las compras y que procedían de Estados Unidos. Ahora surge el ‘Blue Monday’, el día más triste del año, que hace referencia al tercer lunes de enero. Puede que en todo ello tenga algo que ver la tan temida cuesta de enero o la lejanía de las vacaciones de Navidad.
En estos días de bajón resulta esencial encontrar a alguien que sea capaz de alegrarte la vida. Cualquier golpe de alegría servirá de estímulo para proporcionarle ánimos y modificar su comportamiento ante los problemas.
Los especialistas no le dan mucha credibilidad a esta teoría de que el tercer lunes de enero es el peor del año. Establecer un día concreto para provocar un cambio de actitud en nosotros tampoco resulta lo más adecuado, sobre todo porque las modificaciones se producen en el interior de cada uno. Si se confían a un factor externo siempre se pueden crear unas expectativas poco reales que hagan incrementar la frustración.
Tanto la alegría como la tristeza son dos emociones que deben convivir en toda persona. La actitud positiva ayudará a sentirse bien con uno mismo. Cuando se pretende conseguir la felicidad más allá de nuestras posibilidades se acaba originando un sentimiento de infelicidad o fracaso.
La felicidad aporta muchos beneficios a la salud. Entre otras cosas nos protege contra las enfermedades cardiovasculares, fortalece el sistema inmune, aumenta el colesterol bueno, controla los niveles de estrés, facilita una recuperación más rápida de los eventos negativos y regula mejor las emociones, entre otras cosas.
Pero no solo hay que pensar en el bienestar de uno mismo, ya que también resulta necesario que en nuestro entorno reine una actitud positiva. Con la aparición de la tristeza se podrán interpretar mucho mejor las situaciones que originan malestar y de esa manera se desarrolla empatía hacia aquellas personas que sufren, al tiempo que aprendemos a valorar las pérdidas.
Hay varias pautas que nos ayudarán a conseguir la felicidad sin necesidad de forzar. En primer lugar se recomienda la práctica de alguna actividad física porque cuenta con efectos positivos sobre el estado de ánimo. Implicarse en un deporte nos permitirá socializar y mantener la mente despejada de los problemas.
El descanso es otro aspecto en el que se debe reparar. Como mínimo se debe dormir unas siete horas diarias. Reforzar las relaciones sociales y familiares también resulta muy conveniente para no encerrarse en casa. Cuando exista buen tiempo siempre será mejor salir a la calle.
Hay que afrontar la vida con optimismo y alegría. Cuando se proyecta una sonrisa conseguirás contagiar de positivismo a los demás. Colaborar con las personas que te rodean es otra manera de sentirse bien con uno mismo.
No dudes en planificar un viaje, llevar a cabo una actividad que te agrade o estudiar algo que te guste. Lo importante es que te encuentres cómodo y no te suponga ninguna carga. Tu mente se encontrará así libre de problemas y pensará únicamente en lo bueno.